Mitos sobre la Vitamina C

La vitamina C es uno de los compuestos más famosos para el cuidado de la piel, pero al mismo tiempo, se han generado muchos mitos sobre las consecuencias de su uso.

Seguramente has escuchado frases como “tómate el zumo de naranja rápido, que las vitaminas se van” o “un sérum con vitamina C le dejó la cara naranja a una amiga”.

Así que hablemos de los mitos más populares sobre la aplicación tópica de este potente antioxidante.

¿Qué es la Vitamina C?

La vitamina C es un importante antioxidante, esencial para el funcionamiento del cuerpo humano, que se obtiene mediante el consumo de ciertas frutas y verduras. Su función principal es ayudar a generar y reparar los tejidos.

Gracias a su acción antioxidante, tiene numerosos beneficios cuando se aplica sobre la piel, por lo que es un ingrediente muy utilizado en el cuidado cutáneo y se encuentra en muchas cremas hidratantes y sérums. Su capacidad para combatir los radicales libres que se generan cuando la piel entra en contacto con la contaminación, la luz solar u otros agentes externos, puede prevenir el daño celular.

Vitamina C y algunos mitos sobre ella

Vitamina C causa sensibilidad al sol

Este es uno de los mitos más comunes y extendidos sobre la vitamina C. Pero en este caso, es importante tener en cuenta que la vitamina C no vuelve la piel más sensible al sol; al contrario, es un antioxidante que combate los radicales libres generados cuando entra en contacto con, por ejemplo, la luz solar o la contaminación.

Por lo tanto, si incluyes la vitamina C en tu rutina de mañana, estarás combatiendo el envejecimiento prematuro y protegiendo la piel del daño oxidativo provocado por la exposición solar.
Si la utilizas en tu rutina nocturna, combatirás el daño solar acumulado durante el día y estimularás la producción de colágeno y elastina.

Cuanto mayor sea el porcentaje de Vitamina C, mejor

No, un porcentaje más alto de vitamina C no es necesariamente más eficaz. De hecho, la vitamina C pura es un activo muy inestable, que requiere condiciones muy específicas para ser efectiva dentro de una fórmula. Por lo tanto, más importante que el porcentaje, es la formulación adecuada del producto.

La Vitamina C protege contra el sol

Esto no es cierto; no protege contra el impacto negativo de la radiación solar en la piel, por lo que no puede reemplazar el protector solar por un producto que contenga vitamina C.

Lo que sí puede hacer es combatir la oxidación de las células de la piel cuando está expuesta al sol, lo que la convierte en un complemento perfecto.

La Vitamina C que obtenemos a través de la dieta llega a la piel

Esto es parcialmente cierto. Lo que ocurre es que la cantidad que obtenemos a través de la dieta y que llega a la piel no es suficiente para ofrecer los resultados que se logran mediante un sérum de aplicación tópica.

Puede causar decoloración en la piel

Esto no es completamente falso, aunque no produce el tipo de decoloración que podrías imaginar.
Lo que puede suceder es que, tras aplicar un producto con vitamina C, notes un ligero tono anaranjado en la piel del rostro o en las palmas de las manos.

Esto se debe a la oxidación del activo, que se transforma en un azúcar similar al que contienen los productos autobronceadores. Para evitarlo, asegúrate de que el producto que usas no lleve mucho tiempo abierto ni haya estado expuesto directamente al sol.

Solo la piel madura puede beneficiarse de la Vitamina C

Aunque es cierto que la piel madura puede beneficiarse en gran medida del uso de vitamina C —por ejemplo, reduciendo la aparición de manchas o logrando un tono más luminoso—, la piel joven también puede aprovechar sus beneficios.

De hecho, aplicar un producto con vitamina C en los 20 años ayuda a prevenir los signos del envejecimiento gracias a sus propiedades antioxidantes.

No puede usarse en pieles grasas

La vitamina C puede usarse en todos los tipos de pieles. Lo que ocurre es que muchos productos con vitamina C están formulados en aceite, por lo que las personas con piel grasa pueden preferir una fórmula soluble en agua, como el ácido L-ascórbico, que es ligero y no comedogénico.

Después de aclarar algunos mitos sobre la Vitamina C, es importante usar productos de alta calidad, y una opción perfecta es el Facial Glow Serum de Matcha & CO.

Se trata de un sérum potente y altamente concentrado que combina el poder iluminador de la vitamina C estabilizada con el poder antioxidante de la niacinamida y el matcha, para hidratar, reafirmar e iluminar la piel, reduciendo los signos del envejecimiento.

Además, contribuye a la formación de colágeno, promueve la hidratación y la luminosidad de la piel, e inhibe la enzima tirosinasa, responsable de la hiperpigmentación y las manchas de la edad.